

Agronoticias

Leche y carne orgánicas tienen niveles más altos de nutrientes
LUna nueva investigación internacional tiene buenas noticias para las personas que han estando gastando un poco más de dinero para comprar leche y carne orgánicas: estos productos son más saludables en varios aspectos que los productos convencionales.
“Las personas toman leche y carne orgánicas por 3 razones principales: un mejor bienestar de los animales, el impacto positivo en el ambiente que conlleva la agricultura orgánica y los beneficios percibidos para la salud. Pero se sabe mucho menos sobre el impacto en la calidad nutricional, de ahí la necesidad de este estudio”, dijo el líder del equipo, Carlo Leifert, profesor en la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, en un comunicado de prensa de la universidad.
“Varias de estas diferencias proceden de la producción orgánica del ganado, y se producen por diferencias en la intensidad de la producción, con animales criados en exteriores y alimentados con hierba que producen leche y carne que tienen consistentemente más ácidos grasos deseables, como los omega 3, y menos ácidos grasos que pueden fomentar las enfermedades cardiacas y otras enfermedades crónicas”, explicó.
Los investigadores revisaron estudios de todo el mundo. El análisis contó con 196 estudios sobre la leche y 67 sobre la carne. Los investigadores descubrieron que los productos orgánicos proporcionan unos niveles más altos de ácidos grasos beneficiosos, ciertos minerales esenciales y antioxidantes.
Por ejemplo, en comparación con los productos convencionales, tanto la leche como la carne orgánicas ofrecen un 50 por ciento más de ácidos grasos omega 3, según el estudio. La leche orgánica también proporciona un 40 por ciento más de ácido linoleico conjugado. La leche orgánica también tiene concentraciones ligeramente más altas de hierro, vitamina E y algunos carotenoides, reveló la investigación.
Pero la leche convencional tiene un 74 por ciento más de yodo mineral esencial y ligeramente más selenio, indicaron los autores del estudio.
La carne orgánica tiene unos niveles ligeramente más bajos de dos grasas saturadas que se asocian con un aumento del riesgo de enfermedades cardiacas, halló el estudio.
Los resultados de la revisión sugieren que empezar a consumir leche y carne orgánicas podría ayudar a aumentar la ingesta de las personas de ácidos grasos importantes nutricionalmente, señalaron los investigadores.
“Los omega 3 están asociados con la reducción de enfermedades cardiovasculares, con una mejora del desarrollo y funcionamiento neurológicos, y un mejor funcionamiento del sistema inmunitario”, comentó en el comunicado de prensa Chris Seal, profesor de alimentos y nutrición humana en la Universidad de Newcastle.
“Es difícil obtener lo suficiente a partir de la dieta”, añadió Seal. “Nuestro estudio sugiere que pasar a lo orgánico podría suponer una mejora en la ingesta de estos nutrientes importantes”.
El estudio fue publicado el 15 de febrero en la revista British Journal of Nutrition.
En un estudio anterior, el mismo equipo de investigación descubrió que las cosechas orgánicas y los alimentos procedentes de cosechas orgánicas tienen hasta un 60 por ciento más de antioxidantes clave y unos niveles más bajos de cadmio, un metal tóxico, que las cosechas convencionales.
“Hemos mostrado, sin lugar a dudas, que existen diferencias en la composición entre los alimentos orgánicos y los convencionales”, dijo Leifert. Vistos juntos, estos estudios “sugieren que empezar a comer fruta, verdura, carne y productos lácteos orgánicos proporcionaría unas cantidades significativamente más altas de antioxidantes dietéticos y ácidos grasos omega 3”, añadió.
Leifert dijo que se necesitan más estudios para estimar mejor las diferencias en la carne de diferentes animales de granja y con respecto a muchos componentes nutricionalmente importantes (las vitaminas, los minerales, los metales tóxicos y los residuos de pesticidas). Ahora mismo, dijo, hay demasiados pocos datos como para hacer comparaciones.
“Pero el hecho de que ahora haya varios estudios de cohorte de madres e hijos que vinculan el consumo de alimentos orgánicos con un impacto positivo para la salud muestra por qué es importante que se investigue con mayor profundidad el impacto que tiene para la salud humana el modo en que producimos nuestros alimentos”, concluyó Leifert.
La Comisión Europea, el cuerpo ejecutivo de la Unión Europea, y Sheepdrove Trust, una organización caritativa británica que respalda la investigación en la agricultura orgánica, financiaron en análisis.
FUENTE: Cultura Olrgánica
Primera agua de coco del mundo con certificación orgánica

Después de tres años de investigación y desarrollo, en el verano de 2015 se lanzó al mercado Genuine Coconut, agua de coco con certificación orgánica en su envase natural, que no es más que el mismo coco, con un sistema de apertura fácil patentado por la compañía muy original y una pajita incluida para disfrutar del dulce y puro néctar. Presentado por primera vez en la feria Fruit Logistica de Berlín, ha pasado ha ser el primer producto español en ganar el prestigioso premio Innovation Award.
“Pensamos en apostar por un producto lo más natural y fresco posible y vimos que había un hueco en el segmento del agua de coco a nivel mundial”, explica a FreshPlaza Carlos Amorós, director general de la empresa de Zaragoza Genuine Coconut. “Finalmente dimos con la fórmula para diferenciarnos del resto del mercado donde se comercializaba el agua de coco en botellas de plástico y envases Tetra Brik”, añade.
De acuerdo con Carlos Amorós, aunque inicialmente pueda parecer algo sencillo, se trata de un producto muy perecedero y muy complejo de mantener con sus propiedades originales y con el que tuvieron que trabajar duro desde los campos en Tailandia pasando por la logística y la manipulación del producto.
“Tuvimos que empezar desde cero a desarrollar la maquinaria para automatizar en la medida de lo posible el proceso, que aunque ya de por sí es costoso, si fuese algo 100% artesanal su precio sería directamente inviable. Por esta razón, es un producto de nicho que destinamos al mercado Premium. Desde que lo lanzamos al mercado en verano, trabajamos con la cadena de supermercados El Corte Inglés en España y lo exportamos a Reino Unido, donde se ha disparado la demanda de forma increíble, así como también en Alemania, Suiza, Austria, Luxemburgo, Emiratos Árabes...”, afirma.
“Su aceptación ha sido muy superior a la expectativa y nos vemos obligados a ampliar nuestras instalaciones a corto plazo”, indica. “Y es que se convierte en algo exclusivo al ser la primera agua de coco certificada orgánica sin ningún añadido ni proceso químico de conservación y con un sistema de abrefácil. Es la primera bebida del mundo que se bebe directamente de la fruta sin que su contenido haya sufrido ningún proceso de manipulación”.
El envase, que se acompaña con una pajita, es el propio coco. Se le graba por tecnología láser la marca GENUINE COCONUT en su corteza, a la que se le une una anilla biodegradable, hecha de fibra de coco reciclada de la propia corteza y una resina natural, que mantiene el agua del interior 100% aséptica hasta el momento de su apertura.
Genuine Coconut sólo trabaja con la variedad NAM HOM de Tailandia, considerada la mejor variedad de coco del mundo, con un sabor dulce y un olor floral que le aporta unas cualidades organolépticas y sabor especiales.
“Nos hemos posicionado en un mercado muy virgen. Y ¿quién no quiere seguir creciendo? Pero nosotros iremos paso por paso para que este producto continúe manteniendo su excepcional calidad, lo que lo hace tan exclusivo”, indica Carlos Amorós.
Fuente: Cultura Orgánica

Como una tecnología de la NASA de los 60s podría conducir a modelos de agricultura sostenible
La manera en como estamos llevando a cabo la producción agrícola hoy en día no se puede considerar agricultura sostenible ni escalable para un escenario de una población mundial de 10 billones de personas, lo cual es el número que se predice alcanzaremos en 2050. En el artículo de esta semana queremos compartir una conferencia TED de Lisa Dyson, sobre una tecnología concebida en los 60s que podría conducir a reinventar la agricultura hacia modelos más sostenibles.
Imagine que hace parte de una tripulación de astronautas que viaja a Marte y el tiempo de viaje puede tomar un año o aún más. El espacio y los recursos a bordo son limitados, así que usted y la tripulación tienen que resolver como producir alimentos con un mínimo de recursos. Imagine que usted pudiera llevar con usted sólo unos pocos paquetes de semillas y cosechar cultivos en cuestión de horas… Y que estos cultivos produjeran semillas que le permitieran alimentar la toda tripulación con solo unas pocas semillas por la duración del viaje.
De hecho la NASA resolvió (al menos en teoría) este problema, utilizando bacterias con las que se puede crear un ciclo virtuoso de carbón que podría sostener la vida a bordo de una nave, donde ciertas bacterias capturan el dióxido de carbono exhalado por los astronautas, y producen proteína a partir de este CO2, que a su vez es nuevamente es exhalado en la respiración, pero esta investigación no condujo a ningún desarrollo.
Entonces Lisa Dyson vió los efectos destructivos del Huracán Katrina en 2005, y decidió tomar acción buscando una forma de acelerar el proceso del ciclo del carbón, y al iniciar su búsqueda se encontró con las investigaciones de la NASA. Así se encontró con que la respuesta no estaba en plantas como los arboles de olivo, sino en los microorganismos y así se convirtió en emprendedora y fundó su empresa, Kiverdi.
El Pequeño Problema actual…
Cada año en Estados Unidos 134 Millones de toneladas de desecho van a rellenos sanitarios, se producen 170 Millones de toneladas de desechos de agricultura, y más 60 Millones de toneladas de desechos madereros. Este sistema de manejo de desechos no es sostenible y tiene efectos negativos a largo plazo en el medio ambiente. Al mismo tiempo, los precios de los comodities de fuentes de agricultura y petróleo como fuente están en picos históricos y exhibiendo una tremenda volatilidad.
El pequeño problema a futuro…
La agricultura moderna simplemente no puede escalarse a la demanda de forma sostenible por varias razones. Una es que la agricultura es uno de los mayores generadores de gases de efecto invernadero, emite más gases que todos nuestros carros, camiones, aviones y trenes combinados. Otra razón es que la agricultura moderna demanda demasiada tierra, hemos “limpiado” 19.4 millones de millas cuadradas para cultivos y ganado. ¿Y como que tamaño es ese? Bueno, es casi el tamaño de Sur América y África juntas, estamos lejos de poder decir que esto es agricultura sostenible.
Un ejemplo más específico es Indonesia, que entre 2000 y 2012 despejó un área de selva virgen aproximada al tamaño de Irlanda. Pensemos en todas las especies, la diversidad de plantas, insectos y animales que fueron removidas en el proceso, y toda la capacidad de un procesador natural de carbón que también fue removido.
“Creemos que este tipo de tecnología puede de hecho ayudarnos a ofrecer productos valiosos, reciclando CO2 de una manera rentable”
La empresa creada por Lisa Dyson está por el momento enfocada en tres productos claves: Un alimento alto en proteína que puede ser usado para reemplazar harina de pescado para así permitir acuacultura sostenible. En segundo lugar está un producto que han denomiado “PALM+” que puede reemplazar el aceite de palma en bienes de consumo, incluyendo detergentes, lociones y suavizantes de ropa. Y finalmente tiene un aceite cítrico que puede ser utilizado como saborizante, fragancia, o como limpiador biodegradable.
Como resultado al final del video nosotros llegamos a la conclusión de que este tipo de tecnología puede permitirnos a nosotros (y en este punto queremos dar a entender “nosotros” como humanidad en el planeta) escoger un modelo de producción usando agricultura sostenible, y producir más usando la misma área, lo cual a su vez debería llevarnos a escoger de una manera más inteligente que cultivos producir, y donde producirlos, para así poder preservar las selvas tropicales, y que estas a su vez puedan reciclar carbón.

Insumos orgánicos: cómo identificar restricciones de uso
El Programa Orgánico Nacional (NOP) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) incluye estándares específicos en relación a los materiales que pueden ser usados en la producción orgánica. Estos estándares están descritos en la Lista Nacional de Sustancias Permitidas y Prohibidas, e incluye secciones referentes a la producción agrícola, ganadera y procesamiento.
Ana Negrete cuenta con un bachillerato en Agroempresas de la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador y obtuvo su Maestría en Agronomía de la Universidad de Puerto Rico. Ana completó su entrenamiento IOIA como Inspectora de Fincas Orgánicas en el 2010 y su experiencia profesional incluye trabajo como inspectora y coordinadora de certificación para la agencia de certificación Quality Certification Services (QCS). Durante los últimos tres años Ana ha sido parte del equipo de OMRI como Coordinadora de Revisión de Insumos y más recientemente como Supervisora Técnica del Programa de Revisión.
Los materiales dispuestos en cada una de estas secciones usualmente incluyen restricciones de uso y, a pesar de que los estándares explican dichas restricciones, esta información no siempre es evidente al momento de evaluar un insumo comercial ya que dichos insumos suelen incluir múltiples ingredientes y complejos procesos de manufactura.
OMRI comunica estas restricciones de uso al catalogar productos dentro de diferentes Clases y Categorías que describen los requisitos dispuestos en los estándares orgánicos. El primer nivel de clasificación está relacionado a las tres secciones de la Lista Nacional: cultivos, ganadería y procesamiento. Cada una de estas secciones incluye diferentes Clases que sirven para agrupar productos similares. Por ejemplo, una de las clases dentro de la sección de cultivos es “Fertilizantes y Enmiendas de Suelo”, por lo tanto todos los fertilizantes serían evaluados dentro de dicha clase. Por último, dentro de cada Clase existe una serie de Categorías que hacen referencia a diferentes materiales o función principal del insumo. Por ejemplo, dentro de la clase “Fertilizantes y Enmiendas de Suelo” se pueden encontrar categorías como: productos microbianos, composta, sustrato para macetas, micronutrientes etc. De existir alguna restricción de uso para un material específico la categoría se encargaría de describir la restricción.
Cabe recalcar que a pesar de que un producto pueda usarse de diversas formas, OMRI únicamente evalúa que el producto cumpla con los requisitos de la Clase y Categoría en la que esté listado. Por ejemplo, el sulfato de calcio es un mineral de origen natural pero también puede sintetizarse durante la producción de ácido fosfórico o mediante la neutralización de ácido sulfúrico con cal. Según los estándares orgánicos, el sulfato de calcio puede usarse como Fertilizante y Enmienda de Suelo únicamente si es de origen mineral (no-sintético), mientras que fuentes naturales y sintéticas son permitidas como aditivo para alimento de ganado.
Esto significa que un producto registrado por OMRI para uso en ganadería no necesariamente está permitido para uso en cultivos. Verificar la Clase y Categoría bajo la cual OMRI ha evaluado un insumo es esencial para asegurarse de que el insumo sea usado en conformidad con los estándares.
Información presentada en la pagina web OMRI para cada producto
Los fabricantes de insumos tienen la libertad de escoger la Clase y Categoría en la que desean que su insumo sea evaluado. Aquellos productores orgánicos y agencias de certificación que estén interesados en usar la lista de productos OMRI pueden encontrar información actualizada en OMRI.org. La lista de productos OMRI (formato pdf) es actualizada cada dos semanas y puede ser descargada libre de costo, mientras que usando el buscador en la página web de OMRI se encontrará información actualizada diariamente.
Tanto la lista de productos OMRI como información obtenida a través del buscador incluye la Clase y Categoría bajo la cual el producto ha sido listado con OMRI. Antes de usar cualquier insumo OMRI recomienda que los productores orgánicos verifiquen la vigencia del registro en la página web, que el producto esté siendo usado en acorde a lo estipulado en la Clase y Categoría, y que el productor lo consulte con su agencia de certificación.
Fuente: Cultura Orgánica